No basta con aplicarse crema de protección solar. Además, hay que prestar atención a la cantidad que usted extiende por su cuerpo, concretamente por el de sus hijos. Según un estudio publicado en ‘Archives of Dermatology’ , se echan menos de la mitad de lo que deben y, por lo tanto, al contrario de lo que piensan sus padres, no están lo suficientemente protegidos de la radiación ultravioleta.

Como explica Yolanda Gilaberte, dermatóloga del Hospital de San Jorge de Huesca, la eficacia de un filtro de 50 puede reducirse a la de uno de ocho si la frecuencia de la aplicación o la cantidad no es la adecuada. Es decir, para que el fotoprotector cumpla su función (en la prevención del cáncer de piel), «se debe extender una capa de dos miligramos por centímetro cuadrado en la piel media hora antes de la exposición solar». Y añade: «No es que sea la cantidad recomendada, es que es con la que se hacen las mediciones de los filtros solares».

Todos los estudios realizados al respecto indican que los adultos no cumplen con esta premisa y ahora, por primera vez, un grupo de expertos del Queensland Institute of Medical Research (Australia) comprueba que los más pequeños tampoco. «De media, se echaban una capa de 0,48 miligramos por centímetro cuadrado», afirman los responsables del estudio en el artículo. Así lo demuestran los 87 niños australianos (entre 5 y 12 años) que participaban en la investigación.

Y aún más, después de analizar los formatos de los fotoprotectores, también se dieron cuenta de que «los niños se aplicaban más cantidad cuando utilizaban el producto en forma de spray (0,75 miligramos por centímetro cuadrado), en comparación con el bote normal (0,57 miligramos por centímetro cuadrado) y el de roll-on (0,22 miligramos por centímetro cuadrado)».

En España, el formato roll-on no se comercializa, pero sí hay cremas protectoras en espuma, en geles y en barra (para los labios). «El fotoprotector en spray es más agradable, más cómodo y fácil de aplicar. Su textura facilita la aplicación, sobre todo para aquellos que suelen rechazar ponerse cremas, como los niños, adolescentes y hombres», puntualiza Gilaberte. «Existe la percepción de que, como es líquido, protege menos, pero si se compensa aplicando más, puede ser un producto muy ventajoso», recalca.

En el estudio, ninguno de los niños se puso los dos miligramos por centímetro cuadrado, lo que avala la preocupación que tienen los dermatólogos por el uso correcto de los fotoprotectores. «Estamos infrautilizando este producto y, en vista de las conclusiones, debemos seguir recomendando otros métodos de protección como la ropa y evitar las horas de máxima insolación (entre las 12 y las 16)», recomienda Raúl de Lucas, dermatólogo del Hospital Universitario La Paz, quien recuerda que no sólo debemos protegernos en verano, también en invierno. «Más del 60% de las radiaciones solares a lo largo de la vida se reciben en la edad escolar, sobre todo en el recreo y haciendo ejercicio al aire libre. Por eso, durante el curso los niños tienen que utilizar los fotoprotectores».

Si se pregunta qué factor es el adecuado para su hijo, Gilaberte explica que, «como ya sabemos que no usamos la cantidad recomendada, para un fototipo de piel normal (2 o 3), en lugar de un 15, aconsejamos un 30».

Dado que ni los adultos ni los niños se echan suficiente crema, los autores de este estudio proponen «diseñar intervenciones educativas para ayudar a mejorar la aplicación de los filtros solares. Además, conviene insitir en otras recomendaciones complementarias, como el uso del gorro o la sombra».

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