Los expertos afirman que cuanto más tarde se incorporen los menores a esos centros tolerarán mejor los virus

 Los pediatras recomiendan esperar a que los niños cumplan los dos años para enviarlos a las guarderías. El argumento que sustenta este consejo es que cuanto mayor sea el pequeño mejor tolerará la incorporación y asistencia a esos centros infantiles desde todos los puntos de vista. Así, tendrá más capacidad para hacer frente al ataque de los virus. Y es que la edad también es un factor determinante para preparar el sistema inmunológico de los menores ante a los constantes focos de infección que se generan en las guarderías.
Se calcula que, de media, un niño que va a la guardería tendrá alrededor de diez procesos febriles al año, casi uno al mes, explicó Jordi Pou, coordinador del comité de seguridad y lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría (AEP). A ese respecto, el presidente del comité científico de la AEP, Antonio Jurado, señaló que se han descrito unos 200 virus (la tercera parte de ellos rinovirus) responsables del catarro común, que se propagan con facilidad a través de la saliva que se elimina al toser, por los juguetes y objetos que se manipulan. El doctor Jurado precisó que para evitar contagios es fundamental un correcto y frecuente lavado de manos de los adultos que están en contacto con los niños.
Por su parte, el doctor Pou, afirmó que «el aumento de infecciones en las guarderías es evidente». Un estudio realizado en 2006 reveló un descenso del 34,6 por ciento en las visitas a urgencias durante una huelga de guarderías, comentó este experto.
Se estima que en los primeros cuatro años de vida los niños padecen unas cien infecciones víricas que, sin embargo, fortalecen sus defensas. Aun así, cuanto más tarde se incorporen los menores a la guardería tendrán una mayor tolerancia a los virus. «El riesgo de una bronquiolitis no es el mismo en un lactante de dos meses que en un niño de dos años», recalcó el doctor Jurado.
En el ámbito social, los expertos avalan la teoría de que los pequeños que acuden a centros preescolares muestran mayor capacidad de adaptación y socialización en el inicio de la escolarización. Según el pediatra Antonio Jurado, «para un niño de dos años y medio puede ser positivo acudir a uno de estos centros para que, al llegar la escolarización obligatoria, tenga superado el ‘trauma’ de separarse de la madre y tenga más facilidad para relacionarse con sus compañeros y sentirse menos aislado ante la nueva situación».
No obstante, a juicio del doctor Pou, «la capacidad de socialización depende de cada niño y del entorno en el que se haya desarrollado, ya que un menor que no haya ido a la guardería, pero que se haya criado con hermanos o primos no presentará diferencias psicosociales relevantes».

Desde el punto de vista cognitivo, los pediatras sostienen que las aptitudes de los menores no se ven especialmente afectadas por el hecho de asistir o no a un centro infantil, ya que su comportamiento en los primeros años se ve favorecido principalmente por una sola persona: su madre o quien le sustituya en los cuidados.
La Asociación Española de Pediatría ha elaborado un decálogo que deben tener en consideración los padres a la hora de elegir la guardería de sus hijos. Así, recomienda que los centros infantiles dispongan de espacios adecuados, cuenten con personal suficiente, sean cercanos y cómodos, tengan espacios al aire libre, dispongan de supervisión pediátrica, que su horario se adapte al de los padres, permitan la participación de los progenitores, tengan actividades pedagógicas, cuenten con un jornada flexible para evitar, cuando se pueda, que el niño esté más de seis horas en la guardería y que el centro tengan cocina a ser posible.
FUENTE: DIARIO SUR

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio