Autor Dr. Manuel Baca, Pediatra responsable grupo pediátrico Uncibay

 

La llegada de nuevos juguetes a las tiendas para la Navidad y sobre todo la publicidad que nos los muestra, supone un aluvión de información para los padres y para los niños, de niveles muy preocupantes. Los juguetes deben ser divertidos y cumplir una función importante para el desarrollo de la salud física y mental de los niños. Además, trataremos de evitar que se produzcan lesiones relacionadas con el uso de juguetes. Todo ello puede seguir ciertas  normas y estándares pero, probablemente, lo más importante que puede hacer un padre es supervisar y participar en el juego.

Los juegos y los  juguetes son una parte muy fundamental de la vida de  los niños. Podemos aprovechar para transmitir formas de vida saludable, educar, potenciar la creatividad y enseñar valores de manera divertida. Jugar es un excelente recurso de diversión para todas las edades, que favorece la relación y comunicación entre los adultos, los niños y los adolescentes y por tanto el desarrollo mental y de sus diversas habilidades. Los niños jugando aprenden a desarrollar sus sentidos, a incrementar sus capacidades: la atención, la memoria, la imaginación, la percepción y la fantasía. Adquirimos hábitos, normas y reglas de todo tipo, entre otras, todo lo referente a la salud,  al comportamiento, y al respeto a los otros.

Los juguetes deben ser atractivos y estimulantes para el niño, que permitan que desarrolle un juego rico, que estimule en global su desarrollo físico y mental. Pero a pesar de todas estas circunstancias positivas para el niño hay que preocuparse que el juego se convierta en una fuente de salud y no en una rémora para el bienestar presente y futuro del niño:

 

¿Cómo influye el juego y los juguetes en la salud presente y futura del niño?

 

1)            Obesidad infantil y riesgo cardiovascular

La obesidad  infantil está situada en nuestro país en niveles preocupantes: el conjunto de  sobrepeso y obesidad en los niños y niñas españoles de 6 a 9 años, en de un 44,5%. Una de las causas es el excesivo sedentarismo de los niños y adolescentes. Ellos evitan al máximo cualquier tipo de actividad física, y consideran más interesante la dedicación a los videojuegos o a la televisión. Pueden estar horas frente a la pantalla y la comida rápida se vuelve una solución para no dejar de jugar.

De esta manera, muchos de ellos se exponen a desarrollar obesidad,  y todo lo que se asocia a ella: diabetes, la hipertensión y los altos niveles de colesterol. En definitiva a incrementar el riesgo cardiovascular y el del sistema osteoarticular. El riesgo de obesidad es siempre, al menos, latente en los niños que sufren de adicción a los videojuegos o a la televisión. En la vertiente psicológica implica además de los trastornos de la conducta alimentaria, baja autoestima, alteración de la imagen corporal, depresión o ansiedad.

 

2) Salud mental: Como afecta el excesivo uso de la tecnología a la salud del niño.

La tecnología está muy en alza y muy de moda. En la actualidad el regalo estrella son los videojuegos y todos los complementos tecnológicos que requieren. Los videojuegos forman parte de la vida de cada uno de nuestros hijos y hay que cuidar que no tengan  consecuencias para su  salud.

Nuestros hijos pueden desarrollar algunas facultades importantes, mediante los videojuegos, si  juegan de forma controlada. Por ejemplo, proporciona mayor habilidad psicomotriz dedo-mano y de sus reflejos correspondientes, siendo muy difícil de desarrollarlo posteriormente. Se puede aumentar el razonamiento lógico y capacidad de decisión: decisiones más rápidas y acertadas; fomenta al trabajo en equipo y a afrontar retos y lo que es muy importante: divertirse.

Por supuesto que los videojuegos son  una gran forma  de entrenamiento y de entretenimiento para niños, pero su uso en exceso pueden conducir a problemas de salud que es importante prevenir, como es el caso de las  adicciones llegando, en algunos casos, a perder la dimensión de la realidad. Además pueden  intensificar el riesgo de que tu hijo se enfrente al aislamiento social.  Algunos de los síntomas que ponen en alerta de la posible adicción al uso de tecnología son la dificultad para conciliar el sueño  por la sobreactivación del cerebro o el síndrome de abstinencia, que está ligado  a la ansiedad, la irritabilidad y la ira.

Además se pueden dar problemas físicos como el riesgo latente de obesidad. El dolor de espalda es otro aspecto por el que se afectan nuestros hijos cuando hacen uso excesivo de los videojuegos. El constante juego produce insomnio lo que puede llevar a que tu hijo disminuya su rendimiento en las actividades escolares, y los dolores de espalda pueden presentarse con mayor facilidad debido a que debe mantener la misma posición por horas.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja que los adolescentes no usen los videojuegos de forma prolongada, ya que esto puede causar “adicción a las pantallas”.

 

3)            Juguetes ruidosos, un peligro para los niños

Muchos de los juguetes que se regalan a los niños son muy ruidosos y  además  fomentan la violencia; se ha podido comprobar que pueden ocasionar daños irreversibles en la audición al llegar incluso a casi 150 dB, el mismo nivel creado por un gran camión pesado o por un  concierto de rock. También son perjudiciales los ruidos constantes de algunos  coches o de los  videojuegos. La pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa; ocurre de forma progresiva a lo largo de los años. Otros efectos del ruido son la incapacidad para concentrarse, la ansiedad, irritación y mal humor. Por todo esto es muy importante comenzar a proteger la audición del niño a una edad muy temprana.

 

4)            Juguetes seguros, básico para la salud del niño.

El primer punto al comprar un juguete es que no sea peligroso y que sea adecuado al niño, para que sepan cómo usarlos adecuadamente. Es muy importante supervisarlos mientras juegan. E incluso participar en el juego,  enseñadores como que se puede jugar de una manera segura y divertida.

Los padres deben hacer lo siguiente:

               Revisar los juguetes con frecuencia para asegurarse de que no estén rotos y que se puedan usar:

o             Los juguetes de madera no deben tener astillas.

o             Las bicicletas y los juguetes para usar al aire libre no pueden estar oxidados.

o             Evitar las costuras rotas en los juguetes de peluche.

               Guardaremos los juguetes para usar al aire libre cuando no estén en uso para que no queden expuestos a la lluvia o a la nieve. Los juguetes rotos o los repararemos o los tiraremos.

Es importante la limpieza de los juguetes. Algunos juguetes de plástico se pueden lavar en el lavaplatos, pero primero se deben de leer las indicaciones del fabricante. Otra opción es mezclar jabón antibacteriano o detergente para vajillas suave, con agua caliente en un pulverizador y utilizar la solución para limpiar los juguetes, sin olvidar enjuagarlos.

Un punto a pare merecen los objetos peligrosos. Los niños pueden verse tentados por muchos objetos que no son juguetes. Es importante mantenerlos alejados de los siguientes peligros: fuegos artificiales, fósforos, tijeras afiladas y globos (peligro de  asfixia)

Algunas pautas generales para recordar al comprar juguetes son las siguientes: Los juguetes de tela deben contar con una etiqueta que indique que son resistentes a las llamas; los juguetes de peluche serán lavables; la pintura de los juguetes será sin plomo; se evitarán materiales para actividades artísticas o manuales, tóxicas.

 

¿Cuántos juguetes y que juguetes  hay que regalar a un niño?

 

Hay que utilizar los regalos de Navidad para sacarle provecho en la educación del niño y para que el niño aprenda a aceptar de cierta forma, los regalos y las sorpresas. Los niños no se traumatizan por no tener el último juguete de moda. Esta preocupación  es de los padres. El niño si necesitará tener claro que le han traído un regalo especial para él, y se sentirá satisfecho, contento, valorado y querido. Los padres deben poner un límite claro tanto al número de regalos incluyendo los regalos familiares

No olvidar que los libros son regalos perfectos adaptados a cada edad. Los libros pueden ser considerados como auténticos juguetes. Desde los primeros meses de vida podemos adquirir libros para bebés, de tela o plástico, con diferentes texturas, imágenes y colores atractivos para tocar, explorar, observar y entretenerse. Con  los libros se fomenta el gusto por la lectura desde la infancia.

Leeremos siempre las etiquetas para asegurarnos de que el juguete es adecuado para la edad del niño. Será necesario adecuarlo al temperamento, a los hábitos y al comportamiento de nuestro hijo. Los niveles de edades de los juguetes se determinan de acuerdo con factores de seguridad, y nunca  según la inteligencia o la madurez del niño.

ISIA la hora de adquirir un juguete hemos de tener en cuenta…

  • La edad del niño
  • Sus intereses personales y su personalidad
  • Criterios educativos
  • Desarrollo integral del niño: cognitivo, social y afectivo
  • Parámetros de calidad y seguridad

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