Llega el embarazo y comienza una gran revolución de hormonas. En el transcurso de nueve meses, la futura mamá experimenta importantes cambios en su cuerpo y muchos de ellos remiten tras el parto. La piel es un fiel testigo. Por ella pasan las estrías, las varices y a veces aparecen nuevos lunares. Aunque no hay muchos estudios al respecto, todos coinciden en sus conclusiones. Por ejemplo, que el 90% de las gestantes experimenta cambios de pigmentación que consisten en el oscurecimiento de la piel.
«Empieza a notarse en el primer trimestre del embarazo y afecta sobre todo a los alrededores del ombligo, los genitales, las areolas del pecho, las axilas y la cara interna de los muslos», explica Elia Roo, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). «No hay que preocuparse. Disminuyen tras el parto». LEER MÁS